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Orillas

Actualizado: 26 oct 2020

Arabidades, paseos por lo árabe.



Encuentros, vivencias y convivencias.

Hace unos meses vi un vídeo de una actuación para la televisión tunecina, debía ser la época de los años setenta. En el vídeo, que comparto un poco más abajo, se ve una orquesta de maluf tunecino y una bailaora de flamenco, Lucero Tena, haciendo lo que se supone una fusión entre los dos estilos, lenguajes o artes. Dos patrimonios inmateriales de gran peso identitario, artístico y cultural juntos...pero no revueltos, en mi opinión. Me llamaron mucho la atención los comentarios que leí al respecto, era un post de facebook, sobre lo bonito e interesante de esa fusión.

El maluf مألوف es el nombre con el que se conoce la música andalusí que se desarrolló en Túnez, Argelia y Libia que llegó previamente de la Península Ibérica llevada por los diferentes flujos migratorios continuos en el medievo entre las dos orillas del Mediterráneo, y finalmente asentada por los moriscos exiliados de nuestra tierra.

Esta música se ha desarrollado y consolidado en estos lugares, en general la música andalusí tiene aún una presencia importante en esos países antes mencionados y en Marruecos, donde se ha cultivado, desarrollado y forma parte, tanto de repertorios ligados a lo tradicional culto como a otros repertorios ligados a lo popular y puede estar presente en festivales de música religiosos y en celebraciones sociales como bodas.

Obviamente el cambio de un arte vivo, que está presente y es utilizado, ha hecho que haya tomado en estos siglos otras influencias y maneras. Lo que es esencial y es algo que comparte con el flamenco es la presencia clave del texto, ya que las composiciones están cimentadas en poemas por lo que es una música en esencia cantada y construida alrededor de esas palabras que constituyen un canto, entendido como un poema.

Lo mismo que ocurre con el flamenco construido en su manifestación musical desde y sobre poemas que contienen un montón de información sobre sensaciones, vivencias y cosmovisiones que forman parte de la cultura de la Baja Andalucía lugar donde nace.

Esto sería un brevísimo apunte sobre el maluf ya que no es la intención de este texto el hablar específicamente de el en profundidad.

Lo que me llama la atención del vídeo, es la creencia generalizada de que esto puede ser el ejemplo de una fusión. Lo que para mí sería un ejemplo maravilloso y de muy alta calidad de un encuentro donde cada parte pone sobre la mesa aquello que sabe hacer y que tiene integrado, pero que en ningún momento ni integra ni toma nada del que tiene delante. Que estos artes se complementan, es otra cosa y es la consecuencia de que tienen en muchas de sus formas mismos ingredientes y aires ya que son fruto de lo que se dio en diferentes etapas sobre un mismo territorio, nuestra Península.

La fusión para mí tiene un ciclo muy claro de tres pasos. El primero pasa por un encuentro (como el vídeo que vamos a ver). El segundo por una vivencia compartida, imagínense estos artistas juntos en un espacio cotidiano un tiempo prolongado. Y es desde ahí desde esa vivencia común donde surge el tercer paso y el que es clave para que se de una fusión, la convivencia que es la que da naturalmente la mezcla. La fusiones se crean desde convivencias internas o externas, pueden darse los dos primeros pasos y de ellos salir creaciones maravillosas, pero no son fusiones necesariamente, hay muchos ejemplos de esto en la música y la danza. Es con el proceso de la vivencia continuada en el tiempo que da la convivencia donde todo lo que se ha puesto sobre esa mesa, todo lo compartido, se integra y se asimila por todos aquellos que participan y entonces ocurre, emerge el arte híbrido y otro tipo de manifestaciones de expresión y comunicación, lenguajes como el flamenco, la salsa, maneras de bailar de ciertos artistas como Akram Khan, nuevas lenguas como el espanglish, comidas como los tacos al pastor...

Es una lástima, en mi opinión, que una palabra tan poderosa como fusión haya perdido parte de esa fuerza de tanto definir formatos y obras que no responden del todo a esa naturaleza profunda que es el fusionarse con algo. Porque para fusionarse hay que transformarse y al hacerlo desapareces en la forma y apareces en el fondo.

Por eso en este vídeo, que me encanta, veo más que una fusión, un encuentro. Y más que encuentro, un reencuentro de dos familias que tienen los mismos abuelos y que se reúnen después de mucho tiempo para ponerse al día de lo que ahora son y es maravilloso ver como hablando idiomas distintos, usando diferentes lenguajes se siguen entendiendo a la perfección, aunque cada uno haya crecido en una orilla.















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